Nos esperamos
Creyendo que así no nos perderíamos
Nos equivocamos.
Un
lunes cualquiera a una hora de un mes que prefiero no recordar, porque apenas
puedo visualizar el momento de la puerta al cerrarse de golpe, cuando dijiste
que estabas harto de mis miedos escondidos en mi sonrisa.
Un
lunes cualquiera a una hora de un mes, otros estaban celebrando su aniversario
mientras nosotros nos tirábamos los platos a la cara, dejábamos las ganas en el
último cajón, a la vez que me decías que
ojalá no te hubieras enamorado de mi. Y mi corazón se rompió en los mismos trozos que el jarrón de
porcelana que nos regalo tu madre.
Un
lunes cualquiera a una hora de un mes, un perro se escapo de su casa, quería
ser libre como un pájaro aunque no tuviese alas. Andar sin corea y correr sin
esperar al lento de su dueño mientras tú, gritabas que no querías que te
escribiese más, que sabías que todos aquellos versos iban dedicados al vecino
del quinto, ese que desordeno mi caos la última vez que compartí cama.
Un
lunes cualquiera a una hora de un mes que nunca más quiero escribir sobre él,
mi mundo volvía a convertirse en ruinas, sólo porque dije que la cortina del
salón me recordaba al color de ojos del primer chico al que bese.
Ese
mismo lunes a una hora diferente espero que te dieses cuenta que al único que
le he escrito de verdad en mi vida… ha
sido a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario