7/11/2014

Noches de insomnios no compartidos.

Le escribí cuando la luna llamó a mi puerta
Le dije que no pasará,
Demasiado silencio para un ser tan bonito.

Hay palabras que duelen, hechos que marcan y miradas que nunca olvidas.Hay momentos en los que quieres darte por vencida, gritar a los cuatro vientos tu derrota a la vez que te hundes en el fango. 

Hay lo siento que consiguen el efecto contrario y se clavan en tus pulmones hasta notar como piden auxilio.

¿Acaso no sabemos que lo siento no sirven para nada? El daño ya está hecho y las heridas han empezado a sangrar, ocho palabras no sirven como tirita ni betadine.

Hay poesía que se convierte en mentira y musas que abandonan a sus poetas por este motivo. Hay caos que no quieren unirse con otros, solo quieren más ruinas a su alrededor y lágrimas inocentes que caen por creer que es un chico abandonado que necesita más abrazos de los que pide.

No entiendo como mi corazón se convirtió en ceniza por culpa de uno de estos últimos. No llego a asimilar como deje que mis manos solo quisieran acariciar su espalda y mi tinta tuviese la necesidad de grabarse en sus costillas.

Hay despedidas que no se deben pronunciar porque nunca hubo una bienvenida y aun así, decimos adiós a quien nunca pretendió quedarse, pero creo más bien que el adiós se lo decimos a los sentimientos que se llevó tras su marcha. Hay derrotados que se convierten en vencedores; y vencidos que en realidad son los derrotados.

Hay labios rotos y rotos que viven de besos que nunca se dieron. Se imaginan el momento que nunca llegará, hacen que el corazón de vuelcos todos los días, incomodo en su caja torácica por saber que nunca podrá averiguar como saben sus besos.

Esta noche decidí servirme un café frío; igual de frío que tu corazón, igual de perturbador que tu mirada que decía todo pero a la vez nada. A falta del calor de tu calor, me fui a dormir con mis monstruos, al menos, ellos dañan y lo aceptan, no como tú.

Hay mariposas que se cortan las alas antes de salir; temen que algún loco tome por ellas la iniciativa, de esta manera, intentan asimilar antes la caída y que los sentimientos duelan menos.

Hay estaciones que son abandonadas antes de que el sol salga y por eso en algunas la noche es permanente; nunca conocieron el día ni lo conocerán. Hay musas que no quisieron serlo y poetas que buscan a esas musas tristes, que lloran en el silencio y ríen sólo cuando el miedo les hace cosquillas.

Hay noches que comparto el insomnio con tu recuerdo; hubo noches que el insomnio lo compartí contigo.
 No me hizo caso,
quiso leerme aunque tuviese que vivir con mi tristeza.

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